jueves, 25 de junio de 2009

Sombras

En las paredes de mi cuarto viven unas sombras que se deslizan entre los muebles.
Por las noches se arrastran entre mis zapatos y jalan suavemente las sabanas.
Creo que es por ello que siempre en mis sueños son fríos y llenos de tristeza.
A veces despierto. Corren, se esconden entre la puerta y el espejo.
Algunas veces se inclinan tanto que puedo escuchar sus susurros.
Susurran mucho.
El sonido es con el de una serpiente que repta entre hojarasca.
No hay forma de hacerlas callar.
Por las noches, intento entenderlas.
Pero las sombras, son sensibles y no tienen paciencia.
Se azotan contra la cabecera y caen hasta del colchón, se acomodan en la almohada, susurran un poco más. Se callan.

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