Creo que ya no puedo ser nada más que sincera.
Esto no es lo que pensé que algún día sería.
Las personas siempre ven con ojos distantes.
Nunca ven al interior de las personas.
Ahora me doy cuenta de lo inútil que es todo.
Satisfacción, gran palabra que todo lo engaña.
Las personas siempre tratan de ser, aparentar ser más de lo que son. Sonríen. Saludan.
¿Qué es lo que importa? ¿Qué es lo que me importa?
Tanto esfuerzo para nada.
Tan vacío ven dentro de ti. No ven más que lo que quieren que seas. Ven huecos dentro de ti.
Todo parece tan homogéneo cuando vez hacia afuera. Pero dentro de ti, eres una gelatina sin cuajar, revoltura de leche y limón. Una masa, que intenta, empuja.
No sé si tenga sentido lo que escribo, pero sé que alguien lo lee.
Cansada de tanta pantalla, solo intento descubrir el interior.
Dime tú, si el besar a un extraño te llena.
Dime tú, por favor que es lo que sientes cada mañana cuando todo, no es más que nada.
¿Qué te hace sonreír de tal manera?
Un chiste estúpido
Tal vez así es nuestra existencia.
Pero, dime tú, reconoce tú, que sangrarías mil veces por tenerla a tu lado.
Que esto no se vuelva hacia algo tan absurdo y desalentador como el amor.
Que se vuelva hacia tu alma, eso que sientes que se desgarra.
Eso que sientes que pesa y no puedes sacar a suspiros.
Que las lágrimas arden cuando tocan tus mejillas, que asquean cuando tocan tus labios.
Dime tú, como soportas la madrugada, rodeado de almas que te susurran al oído.
Que rasguñas las paredes y muerdes el ansia.
¿Cómo aparentas? ¿Cómo respiras? ¿Cómo comes? ¿De qué estas hecho?
Finjamos por favor una vez más que no te escribí esto.